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Prefiero tomar esto con un poco mas de calma ¿sabes? La gente que viene detrás, los mas jóvenes son tal vez más rápidos, más ágiles…yo por mi parte creo que estoy en el medio de dos mundos, tengo esta parte de tecnología, de prisa pero prefiero la parte más nostálgica; buscar lo tangible, la parte física de ver, y sentir los lugares donde muy posiblemente estuviste. Sábado: el bar de siempre con gente distinta, mismo olor a humo y a cerveza derramada, misma sensación de no pertenecer; mientras en la calle la basura se apilaba en una empujada por el viento – Salí a despejarme un poco, a tratar de dejar de pensarte, es curioso como nada de esto ha desaparecido, que en el fondo aun tenga este sentimiento – y creo que sabes que no estoy hablando de quien crees - no importa ya…me gustaría poder entrar a donde sea que este trabajando, con la sorpresa de verme de nuevo y abrazarte y decirte que realmente te sigo queriendo. ¿Cambiaria algo esto?

Este es el motivo de esta entrada en la bitácora, mas suposiciones, mas ambigüedad pero creo que la mayoría de las cosas que podemos saber de los demás se basan en esto, hasta el momento de saber, y creo que entre los dos aun median muchas cosas por saber.

Viernes: un lugar distinto, mismo olor de cerveza derramada y humo, afuera llueve un poco, una sensación distinta de no pertenecer; 16 cervezas después nada ha cambiado, excepto que no estoy en mi mejor forma, ¿Qué mas da? Entre todo este ruido escucho el silencio de todas las palabras que no he pronunciado en las horas de no hablar, tengo la garganta reseca de no hablar y mientras camino de regreso al hogar me recuerdo lo apremiante de este asunto, lo importante que es en realidad vivir para pelear un día mas…un día mas, ¿a esto se resume? No lo sé, solo tengo este momento como tuve el anterior – eres el mas injustificado desperdicio de tiempo; esa es tu belleza. El desastroso desperdicio de minutos y respiración, el humo que sale de mi nariz cada vez que te pienso cuando enciendo un cigarrillo. Lo volvería a hacer mañana, aunque pierda mi tiempo.- Eres mi tiempo perdido, el mas valioso, aquel que no se puede recuperar.

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Dentro de este espacio ha habido millones de voces, millones de movimientos, millones de revoluciones, guerras, alianzas y promesas que quedaron sin cumplirse.- tu voz, una entre millones, que trato de encontrar con estos oídos cansados, mi voz también te llama , pero dudo que estés dispuesta a escucharla. -Es curioso escribir acerca de ti basándome tan solo en suposiciones, eres a fin de cuentas, un personaje ficticio que ha cobrado vital importancia en este proceso – No existe ningún futuro en esto; solo es un ambiguo “al final del día…”; es triste no poder resumir esto a una ecuación matemática, son demasiados datos, factores y probabilidades que últimamente han jugado en mi contra; todo lo inescapable tiene una clausula de seguridad, inclusive esto que estoy haciendo tiene un final. Hasta llegar a un límite, pero en ocasiones, la curva nunca toca el eje y el limite se extiende a algún punto en el infinito. Mi modo de ser se ha transformado en un virus de computadora que al final del día elimino pero parece ser que siempre queda algo, y al día siguiente esta rutina vuelve a programarse y a hacerse mas grande de un modo exponencial; el limite de esta curva esta muy lejos del eje de la normalidad, pero se que eventualmente, mas allá de estos días y estos años llegará a un punto de encuentro…cuando no quede mas por hacer o decir. Es para volverse loco el preguntar tantos “¿porques?”, el tratar de entender todas tus posibilidades, todas tus razones, todas tus reacciones, al menos hasta saber si yo juego el papel de una variable a considerar en la extraña ecuación de tu existencia, mi respuesta sería: Me importa en lo más mínimo, no puedo escapar de esto, no puedo dejar de ser y hacer esto que soy; no me interesa si te incomoda saber que te busco, no me interesa si esperas lastimarme mas con tus evasivas, no me interesan tus promesas ni tus rechazos; en esencia ninguna de las cosas anteriores existen; ni siquiera tu existes así como yo no existo. Ni siquiera todo esto que esta escrito interesa; después de unos segundos se perderá en ese universo de millones de cosas que han sucedido en este espacio, y cuando se apague este monitor, y este recostado en las tinieblas de mi propio soliloquio, llegare a la pregunta mas importante que no he podido responder: ¿Por qué todo esto debe de hacer algún sentido? Esa pregunta es el punto mas alto que puede definir la esencia de un ser humano, es el lugar mas intimo, mas secreto y mas tenebroso de cada ser humano – lo importante tal vez no es tener la respuesta sino continuar haciendo la pregunta. Una pregunta que se pierde entre las múltiples cosas de ti que ya no me interesan.

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Conforme pasa el tiempo, se adquieren compromisos, se cede, se deja de buscar o se cambia el ideal que uno busca, al menos creo que es así para la mayoría - ¿de quien es la voz que narra esto? Tal vez sea el reflejo de tu pensamiento puesto en mis palabras, tal vez no. – ¿cuando me escribías imaginabas mi voz leyendo tus mensajes? A veces me siento mas perdido que el día en que comencé a buscarte; a veces dudo de que te haya conocido; o dicho de otra manera, a veces dudo de tu existencia en mi realidad; ¿será que entre todos estos circuitos, sitios de internet y archivos perdidos hay una cuestión de fe?

Hay tardes de sol en los que me pregunto quién soy, y hay noches en las que a pesar de este terrible cansancio emocional recuerdo lo que fui alguna vez y me veo como otra persona en esta distancia. Irreconocible e irreconciliable con lo que soy ahora.

A veces olvido que es lo que estoy buscando, y supongo que en el fondo no te estoy buscando a ti, sino buscándome a mi; como si cada pista tuya que encontrara fuera a través de algo que esta en mi o estuvo en mi. Hay momentos también que me angustia el dejar de querer encontrarte - por que se que estas ahí – mi vida ahora se resume a 4 paredes, no soy tan distinto al resto, la única diferencia es que deje de comprender el modo en el que la gente se relaciona, el modo en el que se puede hablar con alguien mas; sin respuestas establecidas, sin decir lo que la gente espera de mi -si es que esperan algo en realidad de mi- es intrascendente hablar de ti, porque en el fondo se resume a mi, a mi visión , a mi deseo de que las cosas sean como están destinadas a ser en mi perspectiva y creo que nunca te pregunte a ti si esto es lo que querías de este nosotros que no existe y que es mi mayor causa de emoción y ansiedad. El único punto a tu favor es que eres hasta cierto punto una creación mía, capaz de amarme, de extrañarme y de lastimarme – pero mi única defensa es que en realidad tu eres totalmente distinta lo que yo puedo crear de ti – es la paradoja de la creación, la creación es en un inicio dolor, pero es una de las mas grandes alegrías el contemplar lo que uno ha creado…pero este asunto es de dos. Ya sea tu y yo o tu y alguien mas o yo y alguien mas, no lo se. Quisiera poder existir en tu realidad así como tu existes en la mía, tal vez a los dos nos llegue el momento o nos demos cuenta de que ese momento ha pasado de largo mientras cada quien contemplaba sus carencias sin poder ver que lo que realmente teníamos estaba frente a nosotros, tan simple, tan falto de imaginación como decir, si por el momento, mañana platicaremos de esto otra vez y volveremos a decidir…es tarde, la luz de la pantalla me lastima los ojos, otra vez. En la calle me espera el viento, el frío y la seguridad de que cuando regrese otra vez a aquí, no estarás para recibirme.

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Entré por las puertas dobles de cristal esmerilado a la abandonada sala de recepción de la oficina donde papeles ya olvidados levantaban el vuelo ayudados por la tenue corriente de viento que se filtraba por los agujeros de la ventana. Dos semanas demasiado tarde – encendí un cigarrillo – ¿Cómo saberlo?


Afuera caía la lluvia y mis anteojos se habían empañado…en la parte de atrás, sentada en uno de los cubículos estabas tu, con tu falda café – me quité los lentes y los limpie con la puntad e la corbata – y el pelo sobre la mitad de tu cara, levantaste la mirada y viste la puerta por la que entre hace un momento; sonreíste carente de cualquier otro gesto que pudiera demostrar tu decepción, o tu olvido no lo se; en la radio la voz suave cantaba “…se que nuestro amor es verdadero, con los años que me quedan por vivir…” – “…demostrare cuanto te quiero” dije contemplando la canción que seguramente cantaste ese día -…giraste la silla, tomaste tus cosas y te marchaste temprano ese día…y nadie mas supo de ti. – revise el cubículo, que más podía hacer, de cualquier modo no tenia nada mas que hacer por el resto del día y encontré una vieja foto mía; aunque no recuerdo cuando la hiciste, y ahí estaba yo, años mas joven, fumándome un cigarrillo tal cual lo estoy haciendo ahora, pero en la foto estábamos en el bar y casi alcanzas a aparecer en la esquina de la foto; una envoltura de chocolate y una cuantas monedas…ese es todo el recuerdo que dejaste aquí.




“se que aun me queda una oportunidad, se que aun no es tarde para recapacitar…” – cante por lo bajo al salir del edificio a la lluvia y a la calle que había borrado las huellas que dejaras hace dos semanas…

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Todos se ven tan jóvenes el día de hoy, como si no hubiera pasado ni un solo minuto por encima de ellos; o será que finalmente yo decidí envejecer en unos cuantos años – pensó mientras encendía otro cigarrillo sentado en la mesa de afuera del café. Había encontrado una muy leve pista del paradero de esa imagen suya que escapaba a través del inmenso océano de números, códigos y probabilidades que no llegaban a plasmarse en una realidad…la realidad como un ligero rumor de señales de otros días llego hasta lo mas hondo de la bocanada de humo que salió de su boca. La realidad es que ella no lo había abandonado, nadie nunca lo había hecho –Entonces, la única respuesta que quedaba para esa pregunta es la que no he sido capaz de decir en voz alta : yo me abandone a mi mismo, ¿en que momento me rendí? ¿Cuándo deje de intentar?- pero supongo que ya no importa ahora, ese tiempo se ha perdido. Como se ha perdido ese aroma tuyo que nunca llegare a conocer; soy invisible a ti, pero no invisible al mundo ¿no podría ser al revés? Que yo fuera lo único que por tan solo unos minutos pudieras contemplar y después de eso, tu y yo, bailando y la lejana música del piano, bailando sin mas motivo que el de encontrarnos los dos, sin nada que mediara nuestras apariencias, sin nombres, sin oficios, sin pretensiones mas allá que esos estúpidos 5 minutos con 39 segundos, que podrían bien ser todas las memorias tuyas y mías…pero no quiero nada mas ahora, que otro café, otra cajetilla de cigarros y una muleta para mi voluntad -¿disculpe?”- dijiste con tu voz clara- “discúlpame a mí, te confundí con alguien más…” ni siquiera sonreíste, solo te diste la vuelta y te marchaste, o tal vez fue de otra manera, tal vez no supe levantarme e ir tras de ti, supuse que no querrías nada mas de mi que pagara la cuenta y me retirara. Mientras caía una hoja de árbol sobre el espejo de agua, caía la ceniza del cigarrillo sobre la libreta abierta, resistiéndose a hundirse y perderse en el placentero olvido, al igual que las palabras que no supe decir, por falta de voluntad tal vez o tal vez por el abrumador peso del deber ser ecuánime y regresar como siempre a la cómoda soledad, de estos dos monitores.

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Hay un límite para todo esto.

Hay un límite inclusive para ti.

Hay un límite que yo puse para que te sintieras confortable cuando platicábamos... y estoy terriblemente cansado de esperarte y de buscarte a través de estos monitores:

Regla 1.
Es imposible perseguir fantasmas. Aunque ese fantasma seas tú



¿Que pensaba encontrar hoy al despertar? - dijo al auricular mientras limpiaba la recamara del viejo colt 1911 - el modo fuera de mi rutina de terminar el día tal vez, o la prueba de que si uno desea y persigue al final obtiene la recompensa. ni lo uno ni lo otro, solo recibi lo que recibo todos los días de ti, silencio...ya comienza la irritación en los ojos, el mal sabor de boca, el dolor de espalda y el continuo mal humor, que se disfraza de seriedad y concentración. nunca estuve aquí para ti - dijo en voz alta- pero lo mismo da, a final de cuentas, tu nunca quisiste que yo estuviera ahí para ti..."no desprecio nada de lo que me das, pero tampoco lo puedo aceptar" creo que esas fueron tus palabras, no lo se, es lo mismo que intentar dividir entre cero. Si quieres, te digo no lo que quieres escuchar sino lo que realmente pienso: no era ella, ya no, fuiste tu desde lo que entendí como "nuestro" inicio, me sorprende que no seas capaz de decirlo, por que se que tienes la capacidad de pensarlo. En fin debo irme...dejó el colt en la mesa de noche y el auricular al lado de este, y salio a la calle.

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Aquel que busca en los abismos del espíritu humano esta eternamente condenado a perderse en las tinieblas. "No habría nada mas que decir del día de hoy - se dijo, mientras se cobijaba en el resplandor mortecino del monitor - alguna vez todo esto fue nuevo, tuvo el valor material de aquello que no nos ha cansado, la estúpida sensación de lo que nunca hemos tocado. El sonido de uno mismo , es el sonido de aquello que dejó de ser útil hace ya mucho tiempo y que vive del recuerdo lejano de cuando fuimos famosos por algo, necesitados por alguna razón no específica y sobre todo esto, queridos por alguien."

La vez anterior siempre es en esencia la ultima vez y aún ningún resultado satisfactorio en la interminable búsqueda de paz, de reconciliación; como si ya ningún gesto fuera tan fuerte como para encender la compasión, o el interés de alguien mas; de alguien que esta allá afuera y que del mismo modo en que uno lo hace; deambula en este inmenso mar de humanidad fría, obscura y sin fondo. Sin duda, nuestra generación es muy similar a como funciona un submarino "run silent, run deep" . En la radio, "DO" de Crosby, Still and Nash revolviendo el humo del cigarrillo sobre la superficie tersa que crea el whiskey sobre el vaso...

"Salud - repitiendo las frases dichas por aquellos submarinistas perdidos - por aquellos, que aun siguen en patrulla"

Al final el detective sin rostro, en total soledad y silencio, bebe un café sentado e la mesa vieja de su cocina.

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Despertó sobresaltado y se sentó en la cama, pensó un cigarrillo y observó a través de la cortina el pálido resplandor del amanecer sobre la ciudad, solo traía un sentimiento de…nada sería lo más acertado. No era tristeza, ni melancolía o regocijo era eso, nada, como si estuviera discapacitado afectivamente. Se vistió en la penumbra de su oficina y despertó a la computadora que soñaba placidamente con bits y procesos no lineales. Nada aún, no lograba concretar una sola pista, después de tres años estaba igual que el día en que comenzó, pero claro que antes la vida era más fácil, en ese entonces estaba acompañado de…de…bueno, algún nombre tendría y por supuesto un rostro también, pero no podría recordarlo aunque su vida dependiera de ello. Buscó con el resplandor del monitor el camino al refrigerador y tomó la cerveza que había dejado a medias ayer, la termino de un trago y después eructo placidamente. Regresó sin mucho entusiasmo a la computadora y después de unos frustrantes minutos se metió a bañar, al rasurarse se cortó la cara y contemplo como la sangre se diluía en el agua jabonosa del lavabo, pensó en lo similar que era eso a su existencia, la eterna disolución en un mundo desintegrado, sin raíces, solo fluía y continuaba esto hasta el punto que esta mas allá de sobrevivir cada día; el sobrellevar la existencia de uno fuera de la realidad del contexto, como un mar de silencios que se estrellan contra la roca de la indiferencia. Al salir del baño se dio cuenta de que estaba parado en la barra del bar, contemplando como el hielo se disolvía con el whiskey. “Soñando despierto otra vez “dijo en voz baja, la mujer que atendía la barra solo pudo fingir una sonrisa amable que cobijaba un sentimiento de lástima mezclado con algo de asombro

Se sentía cansado y ya había obscurecido, tomó su gabardina, salió a la calle, recibio el abrazo de la incipiente llovizna y bajando la cabeza se dirigió a su oficina. “El hombre es fuego y valor…” Palabrería barata que había recogido en la portada de alguna revista. Compró cigarros en el estanco, el cual se encontraba en contra esquina del edificio donde estaba la oficina, y después de abrirlos encendió uno y comenzó a cantar.



“Besar tus labios quisiera” dijo en un tono un tanto apagado. ¿Cómo?- contestó la joven mujer de ojos dorados con quien conversaba. “Disculpa estaba distraído, lo que quería decir era que, me sentiría honrado si compartieras un café conmigo después de salir de aquí” Dijo un tanto nervioso y emocionado, ella sonrió y respondió…Se golpeó el codo con el marco de la puerta de la oficina, “Otra vez divagando”, esto podía costarle muy caro en el futuro.
“Alguien dijo que el futuro es el país sin descubrir.” Pensó en ella sin tratar de buscarla por medio del teclado, contemplando el vacío del monitor de la computadora apagada, con un gesto de resignación encendió la maquina…y contemplo con una sonrisa la pantalla de LCD del teléfono celular que anunciaba la llegada de un mensaje. ¡Solo podría ser de ella¡ Tomo el celular y sus dedos frenéticos lo llevaron a través del intrincado camino de operaciones que lo llevaría a leer el mensaje que le daría una sonrisa estúpida en su cara, el mensaje decía…Tos, esa maldita tos, herencia de los cigarros importados que tanto le gustaban. Cuatro treinta de la madrugada, la hora de los insomnes, la hora de los solitarios que se han vencido a una existencia apartada del resto de la humanidad, que esperan un mensaje, un correo electrónico que los haga salir de su mutismo, “una mierda” dijo para sí. El mutismo es la virtud de aquellos que han sido vencidos por el amor sin correspondencia- encendió un cigarrillo- y ella dijo “no fumes…al menos hazlo por mi…o fuma menos” y sonrió con esa sonrisa que es como el aire fresco después de haber respirado el aire viciado del resto de la humanidad, el sonrió y contestó. “Lo entiendo, me están despidiendo, no hay ningún problema, lo único que me causa tristeza es”… el hecho de no verla cuando baja por las escaleras y me sonríe. “Mañana será un día como los demás, a excepción que aprenderé a extrañarla, a vivir mis días sin su sonrisa… solo si yo así lo deseo” “… estoy satisfecho con mi proveedor de servicios de Internet y no deseo otro servicio, le agradezco su tiempo.” Colgó y bebió de su cerveza al tiempo que el cigarrillo se convertía en una horizontal columna de olvido, miró alrededor… era el mismo restaurante de costumbre, solo que estaba ella. No había mas que decir, ni que buscar y mucho menos que esperar, después de estas palabras nada seria igual para el, una vida de encierros, de negación de su humanidad llegaría a su fin. Tres palabras contenían años de silencios, de miedos sin resolver y, sobre todo esto, años de gritos de su corazón callados a la fuerza y ahogados en un mar de cerveza con whiskey, bilis y sangre. Siempre lo mismo cuando se desesperaba, otra vez los papeles en el suelo, arrugados, semejando planetas sobre la constelación de manchas que era el suelo de su estudio, hojas de una agenda que le resultaba demasiado conocida pero que no podían ser contenidas en ningún contexto que le resultara familiar. Dejó la cerveza a un lado, sin abrir y la contempló como si fuera una serpiente, eso era, una serpiente que le invitaba a probar del árbol del bien y del mal, del árbol de la ciencia. Tomó una de las hojas de papel del suelo y con poco trabajo la alisó, leyó un único mensaje escrito en estridente tinta roja: “Respira, vive, sonríete y después que estés lleno de ti, búscala y encuéntrala” ¿Cual es el concepto por el que se mide lo lleno? ¿Las expectativas de los demás? ¿O acaso será el saber que uno ha hecho hasta lo imposible por cumplir todos esos sueños y deseos que, de manera necia, nos van inundando el corazón? “Seria mas honroso morir tratando que dejar de hacer por miedo” Concluyo para si mismo mientras un pensamiento melancólico le arrancó una sonrisa, cínica para los demás pero verdadera para el. Para el no habría mañana, ni adioses, el monitor parpadeo lentamente, mientras una delgada columna de humo salía del gabinete central de la maquina y se mezclaba con el ultimo cigarro que probaría en su vida, en el monitor 2 de la maquina contemplo su reflejo y el de su compañera de horas de desvelo, una colt 1911 que casi por voluntad propia se amartillo y… descargo un ultimo beso sobre la sien del detective.